WWF presenta una publicación con medidas que eviten la desaparición del alimoche
Dentro de la gran familia de los buitres, el alimoche es una de las especies más amenazadas, clasificada como ‘en peligro’ dentro de la Lista Roja de la UICN. La rapaz se enfrenta a riesgos como el uso ilegal de cebos envenenados, los tendidos eléctricos mal señalizados o los aerogeneradores ubicados en zonas de paso.
Precisamente por la urgencia de tomar medidas para evitar que entre en la categoría de especie en peligro de extinción, WWF publica hoy una completísima publicación sobre esta rapaz, su situación actual y la estrategia necesaria para frenar su declive en todo el territorio. Ver aquí http://tinyurl.com/3k9goxb.
Una de las recomendaciones de la publicación es establecer áreas piloto de seguimiento intensivo de la especie, para valorar con precisión la situación y evolución de las poblaciones. Un ejemplo sería la de las Hoces del Riaza en Segovia, con la que WWF trabaja desde hace más de 10 años, lo que ha permitido a los expertos de la organización extraer conclusiones extrapolables al resto de la especie en España.
Precisamente desde este espacio natural protegido han sido marcados con transmisores satélite los 4 alimoches - Vega, Trigo, Duna y Sahel – gracias a la colaboración de la Fundación Biodiversidad y del Ministerio de Medio Ambiente. Cualquier internauta puede acompañarles a través de 3.000 km en su viaje migratorio y su invernada en África en la web interactiva y multimedia www.elviajedelalimoche.com así como conocer su biología y sus amenazas y colaborar con fotografías, vídeos y comentarios en las principales redes sociales.
Los alimoches pasan la mitad del año en la región del Sahel, una franja de sabana que separa el árido desierto del norte de África con las selvas tropicales del sur del continente. En primavera las rapaces regresan a la Península Ibérica para reproducirse y criar sus pollos. Por ello, la organización considera fundamental la cooperación internacional especialmente en aquellos lugares en los que pasan los meses de invierno.
Estas aves no están pasando por su mejor momento y se constata una caída drástica de sus poblaciones, o incluso su desaparición, en países como Croacia, Serbia, Grecia, Italia, Turquía, India o Sudán, debido a causas como el uso de veneno, el choque con tendidos y aerogeneradores o la desaparición y alteración de sus hábitats.
En España la tendencia tampoco es demasiado optimista. Todavía quedan unas 1.400 parejas surcando los cielos, pero en los últimos 15 años se ha perdido el 25% de la población. Las mismas amenazas que en el resto del mundo ponen en peligro la supervivencia del pequeño “buitre sabio”, como lo bautizó Félix Rodríguez de la Fuente.
Nuestro país tiene una gran responsabilidad en la conservación de esta especie, ya que España alberga el 80% de la población europea y una de las mayores a escala internacional, junto con otras zonas importantes como Oriente Medio, India y algunas regiones de África (norte de Etiopía). Además, en España se encuentran 2 de las 3 subespecies de alimoche que existen en el mundo, entre las que destaca el ‘guirre’, endémico de las Islas Canarias.
Luis Suárez, Responsable del Programa de Especies de WWF insiste en que: “las administraciones públicas deben comprender que se trata del momento crítico de actuación para la conservación de esta especie. Retrasar más la adopción de medidas supondría tener que invertir muchos más esfuerzos en el futuro, con el riesgo de llegar a una situación irreversible”.
Para ello, WWF solicita el refuerzo de las acciones contra el veneno, su principal amenaza y la elaboración de planes específicos de recuperación y conservación de la especie. La organización solicita, también que se vuelva a autorizar el abandono de cadáveres en el campo, la creación de puntos de alimentación y la definición de zonas libres de aerogeneradores. En el documento publicado hoy, WWF presenta la batería completa de propuestas